viernes, 9 de noviembre de 2012

La masacre de Gdeim Izik



La masacre de Gdeim Izik representa mi visión del desalojo violento del campamento de Gdeim Izik.

El campamento de Gdeim Izik fue la manifestación pacífica más importante en la historia del Sahara Occidental.
En Octubre de 2010 cuarenta familias instalaron sus jaimas en medio del desierto, a 15 kilómetros de la ciudad ocupada de El Aaiún. A los pocos días, eran ya 20.000 los saharauis que habían abandonado sus hogares y se concentraban en el campamento de Gdeim Izik, el campamento de la Dignidad. Enviaron un mensaje al mundo de que ya no soportaban vivir más tiempo bajo la ocupación marroquí en sus propias tierras del Sahara Occidental; lograron mostrar al mundo que están unidos, que son una misma voz, que están dispuestos a seguir luchando para conseguir su objetivo de libertad total. Era la primera vez que estaban reunidos tantos saharauis en ese territorio (el suyo), se respiraba libertad, se respiraba que realmente su situación podía cambiar para siempre.

Gdeim Izik significa un antes y un después en el conflicto del Sáhara Occidental; marcó profundamente un anhelo en común, dio una enseñanza a las nuevas generaciones y fue un respiro de la cotidiana represión por parte del régimen marroquí.

Durante casi un mes la esperanza acarició los más bellos sueños de un pueblo que desde hace 38 años grita al mundo por su libertad; un pueblo que continúa a la espera y que pronto verá crecer la semilla de la independencia. Una semilla regada y cuidada con acciones pacíficas para reivindicar el simple derecho de existir como saharaui.


Este campamento fue desmantelado violentamente en la madrugada del 8 de noviembre 2010 por las fuerzas de ocupación marroquíes. El ejército y la gendarmería marroquí, que rodeaban el campamento desde sus inicios, atacaron con gases lacrimógenos, chorros de agua caliente, piedras y posteriormente con armas de fuego. Los miles de saharauis tuvieron que salir del campamento para salvar sus vidas mientras todas sus pertenencias eran quemadas y las más de 7,000 jaimas quedaban arrasadas.

El régimen marroquí atacaba con extrema violencia a la población civil saharaui ante el silencio cómplice de la ONU y la comunidad internacional. Ninguno de ellos detuvo la masacre ni condenó este ataque.
Un total de 2,400 personas fueron detenidas. Más de un centenar de presos políticos, tanto hombres como mujeres, fueron torturados y violados en las cárceles marroquíes. A día de hoy, 22 activistas defensores de derechos humanos siguen encarcelados en la prisión marroquí de Salé 2 por haber participado en Gdeim Izik, por defender de forma pacífica la dignidad y la libertad de un pueblo. A día de hoy no han sido juzgados.




COMO ESCRIBIÓ EL POETA SAHARAUI BAHIA MAHMUD AWAH...

(...) Entendí entonces
que el fin de la oscuridad se acerca,
porque la resistencia es la única arma
frente a sus arrogantes huestes,                                
frente a las hélices de sus helicópteros,
irrumpiendo viles en el inmenso cielo
que acaricia el cogollo de las jaimas.

Al amanecer penetraron
los verdugos violando
la Libertad cuando me disponía al primer rezo,
quebrantaron mi silencio                                              
y la paz que aún busco.

Ellos tienen amigos
que les cubren las anchas espaldas,
bañadas de nuestra sangre,
de la multitud
que gritamos: “Toda la patria o el martirio”.

Bahia Mahmud Awah (La primavera saharaui)